Lograda crónica de una crisis matrimonial y familiar resultante de una mudanza de EE.UU. a Inglaterra que impone grandes cambios para sus miembros. El planteo de la historia como un curso de colisión de crisis personales que se van desarrollando en paralelo es un acierto narrativo, en una película que cuenta con brillantes actuaciones de Jude Law y, sobre todo, de Carrie Coon.