Es una pelicula basada en hechos reales y puntuales.
La pena es su pésima dirección, ya que muestran éstos temas como algo fantasioso e interpretado con cierta comicidad ridícula que opacan los hechos reales. Los actores son buenos aunque por la pésima dirección , exageran sus roles al "estilo Santiago Segura" (Torrente), por lo cual desestima completamente la base real del film.
Al mismo tiempo, es un guión plagado de mentiras que para nada sucedieron en la vida real. Los excesos de "efectos especiales" poco creibles satirizan sin sentido la pelicula.