Ser una persona zen es conectar con el mundo, descubrirlo y respetarlo, pero también conocerse a uno mismo de tal forma que olvidemos un poco el 'yo' para llegar a un conocimiento más profundo de nuestra alma. Vaya, al menos en la teoría. En el cine, estos procesos se retratan a través de viajes vitales, exteriores o intimistas, e historias que conectan muy bien lo humano con lo natural (y con lo sobrenatural). Con esta lista te iniciamos en lo que debe ser una persona zen, con películas de todo tipo: desde las que asumen y aplican los conocimientos budistas, hasta las que nos hablan de momentos o figuras clave de su universo.