Scottie Fergusson es un detective de la policía de San Francisco que padece de vértigo. Cuando un compañero cae al vacío desde una cornisa mientras persiguen a un delincuente, Scottie decide retirarse. Gavin Elster, un viejo amigo del colegio, lo contrata para que vigile a su esposa Madeleine, una bella mujer que está obsesionada con su pasado.
MacMurray es un vendedor de seguros que, en connivencia con Barbara Stanwyck, elabora un plan para asesinar al marido de ella y quedarse con el dinero de su seguro. Obra cumbre del género, uno de los ejercicios de suspense más fascinantes de todos los tiempos.
A casa de dos estudiantes van llegando los invitados a una especie de fiesta de fin de curso. El invitado que más temen es su tutor y profesor, un astuto criminólogo que sostiene que el crimen perfecto no existe, aunque ellos se han propuesto demostrar lo contrario. En efecto, con su llegada crece cada vez más la tensión y el nerviosismo de los jóvenes. Y no es para menos, porque tienen un cadáver encerrado en el arcón que sirve de mesa para la cena. Cuando, al final de la fiesta, profesor y alumnos se quedan solos, los errores y contradicciones en que éstos incurren son tales que el profesor empieza a comprender que han asesinado al joven invitado que han estado esperando en vano toda la noche.
Tony Wendice maquina un plan para deshacerse de Margot, su esposa infiel. Pero la casualidad hará que sea a ella a quien finalmente acusen de asesinato. La inestimable ayuda de un inspector de policía ayudará a resolver el misterioso crimen.