Considerado un estudiante prometedor de la mente criminal, la carrera como criminólogo de Roderick Raskolnikov (Peter Lorre) se ve puesta en peligro por la implacable pobreza de su familia. Con su madre, hermana y novia Sonya (Marian Marsh) muriéndose de hambre poco a poco, vende el reloj de su padre a la maliciosa dueña de una casa de empeños (la Sra. Patrick Campbell). Después de volver para robarla y asesinarla, Raskolnikov, seguro de que puede escapar a la detención, se ofrece voluntario para ayudar al inspector de Policía Porfiry (Edward Arnold) a resolver el crimen.
El descubrimiento de un torso humano arrojado en un canal, conduce al espectador en la observación del trabajo de la criminalística moderna y el labor de los agentes especiales para rastrear y registrar la mentalidad del psicópata a través del esclarecimiento de técnicas presentes en la realidad de la investigación policiaca.