Investigando la teoría de que viajar en el tiempo es posible, el doctor Sam Beckett, un científico convencido de tal posibilidad, un día desaparece tras introducirse en un acelerador de partículas cuántico. Cuando vuelve a aparecer, lo hace en el pasado, pero al mirarse en el espejo no reconoce su rostro y se ve aquejado de una extraña forma de amnesia. A partir de entonces no tiene más remedio que vivir vidas que no son la suya, saltando de una existencia a otra e intentando mejorar el futuro desde el pasado, mientras trata de encontrar la forma de volver a casa.
Un grupo formado por una profesora de historia, un soldado y un ingeniero son reclutados por el gobierno para ayudarlos a detener a Garcia Flynn, un peligroso criminal que ha robado una máquina del tiempo y ha viajado junto a su equipo de soldados a las horas previas a la explosión del Hindenburg. El trío debe seguirlo a través del tiempo en orden de parar sus intenciones, sin embargo, Flynn es guiado por un extraño diario perteneciente a otro período de tiempo, y si bien su plan completo todavía es un misterio, está claro que debe ser detenido. Si bien el intrépido trío debe hacer todo lo posible para no dañar el pasado, también debe estar un paso adelante de este peligroso fugitivo.
En el siglo 30, los viajes en el tiempo son ilegales después de una crisis paradoja del tiempo. Se ha establecido un Departamento de Protección del Tiempo para vigilar y detener a los crímenes del tiempo. Cuatro nuevos cadetes alistado son engañados por Don Dornero y sus secuaces, para así poder escapar viajando a través del tiempo hasta el año 2000 para cometer diversos delitos. Para proteger la historia, los cuatro cadetes van en su persecución. Se encuentran con un grave problema: el programa de Timeranger requiere de cinco miembros para poder activarse por primera vez. Debido a esto, fuerzan a un artista marcial del "presente", Tatsuya Asami, a unirse a ellos, para poder así convertirse en los Timerangers.