Diógenes, el patrullero 777, es constantemente reprendido por su jefe, el mayor Malagón, porque acostumbra a resolver con métodos muy personales los casos que se le plantean como vigilante de la ciudad de México. Diógenes, miembro del coche patrulla 2101, lo mismo soluciona un problema conyugal que da una serenata a la novia de un transeúnte o evita, con riesgo de su vida, que un muchacho desesperado se arroje a la calle desde un 7.º piso.
Tras leer el anuncio en un periódico, Ursulo corre a solicitar el empleo. Se trata del puesto de conserje de un lujoso edificio de apartamentos habitada por la gente más heterogénea: la modelo profesional, la espiritista, los hippies y todos recurren a él para resolver sus problemas. Pero alguien en el edificio secuestra un importante personaje y Ursulo se transforma en investigador privado.
Cantinflas, un sencillo mecanógrafo apasionado por la filatelia, conoce accidentalmente a un poderoso ministro, cuyo "hobby" favorito es coleccionar sellos. Pronto nace una amistad entre ellos lo que lleva al ministro a emplear a Cantinflas en su oficina.