En el 100.º episodio, Ru reta a una nueva remesa de reinas a que elaboren atuendos basándose en diseños de pasadas temporadas. Nicole Richie se une al jurado.

Ru divide a las reinas restantes en dos equipos que se enfrentarán en un duelo musical en el que tendrán que bailar y hacer playback de "Bitch Perfect".

Tras un combate final, una reina eliminada consigue una segunda oportunidad en un reto de equipos: actuar en un episodio piloto inspirado en la serie de TV "Empire".

Las reinas de esta temporada, glamurosas y divinas, se reúnen para las nuevas coronaciones.

Las reinas se dividen en dos grupos en una batalla de animadoras repleta de piruetas y de críticas. El grupo musical The B-52s se une al jurado.

Para el siguiente reto, las concursantes crean dos personajes encantadores: una princesa de un cuento de hadas y su inseparable acompañante.

Las reinas empiezan presentando un programa de entrevistas con Naya Rivera como invitada especial, para después desfilar con camisones de los más atrevidos.

En esta ocasión las reinas se sacan selfis con el equipo técnico de Ru y actúan en "Las Kardashian: El musical", dirigido por Todrick Hall.

Los jueces invitados Candis Cayne y Denis O'Hare juegan a las imitaciones con las reinas, que emulan a NeNe Leakes y a Naomi Campbell entre otras.

Las chicas se reúnen para hablar sobre los momentos más polémicos de la temporada y RuPaul desvela datos sobre la final.

Las finalistas se enfrentan en un duelo de playback en el que se juegan el gran premio de 100 000 dólares y el título de la próxima Drag Superstar.

Las cuatro reinas finalistas se juegan el título de Nueva Superestrella Drag de Estados Unidos y se enfrentan en una batalla de playbacks.