Tres horas después de enterarse del secuestro de los agentes anti-droga en Colombia, Bartlet da orden de rescate a las fuerzas especiales, lo que podría desencadenar una guerra. La única petición de los secuestradores es que el gobierno colombiano libere a un importante narcotraficante, pero Bartlet se niega a pedirle tal cosa al presidente colombiano. La misión de rescate es un fracaso en el nueve operativos resultan muertos.

Más tarde Bartlet tiene que aceptar con tristeza el plan de Leo para que el gobierno colombiano libere al narcotraficante sin que parezca que los Estados Unidos cedieron a las exigencias de los secuestradores. Los rehenes regresan a casa... y también lo hacen los cuerpos de los agentes asesinados. Abbey le dice a su marido que le preocupa que la esclerosis múltiple le incapacite durante su mandato.