Grace y Frankie visitan la casa de la playa mientras sus hijos, desquiciados, tratan de dar con ellas. Robert y Sol viven una situación de lo más embarazosa.

Grace y Frankie se niegan a abandonar la casa de la playa y consiguen que sus exmaridos las apoyen, aun estando ocupados con una visita inesperada.

Bud convence a Frankie para que contrate a un cuidador a domicilio. Grace se pone como loca al enterarse de los cambios en Say Grace. Robert intenta influir sobre Peter.

Grace tiene un día difícil y encima debe enfrentarse a Brianna. Frankie y Joan-Margaret luchan contra la discriminación por edad. La decisión de Peter sorprende a Robert.

Grace sufre remordimientos tras un inesperado encuentro. Sol se muestra esquivo sobre el origen de su nuevo perro. Coyote se lleva un golpe y tiene una revelación.

Frankie le propone a Grace un "viaje de chicas"... pero no acaban en un spa precisamente. Mallory tiene una cita, y Frankie afronta el rechazo de un viejo amigo.

A Grace le preocupa la salud de Frankie; a Frankie, el no ser tan auténtica como antes. El encuentro entre Bud y el padre de Allison se va a pique en un santiamén.

Robert se siente desubicado por lo jóvenes que son sus compañeros de ensayo, Grace detesta al nuevo novio de Frankie y Brianna debe tomar una difícil decisión.

Grace recurre a medidas desesperadas para cuadrar su alocada agenda. Sol y Frankie tienen opiniones encontradas sobre Coyote, y Frankie y Robert acaban colocados.

Mientras Frankie trata de solucionar el jaleo empresarial en que se ha metido, a Grace se le ocurre una solución alternativa. Brianna da la cara por Barry.

A su regreso, Grace comprueba que Frankie lo tiene todo controlado. El día de la boda de Bud y Allison ha llegado, y por supuesto los dramas familiares no podían faltar.

Después de su épica discusión, Grace y Frankie se imaginan cómo serían sus vidas si no hubieran vivido juntas durante los últimos tres años.