Un grupo de hackers se infiltran en una instalación de una pequeña ciudad costera para robar 102 millones de dólares justo cuando un tornado de categoría 5, la tormenta del siglo, está a punto de estallar. Las únicas dos personas que quedan en el pueblo son un meteorólogo y una agente del tesoro, que deberán sobrevivir a la tormenta y evitar que los ladrones salgan impunes del robo del siglo.
Dos agentes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos se infiltran en una red de falsificadores que han conseguido fabricar un papel excelente. En una situación de peligro constante, intentan encontrar una muestra del famoso papel y descubrir a los culpables del "caso del papel de Shanghai". El principal problema será encontrar la forma de salir de la red.
El Ministerio de Hacienda detecta una serie de billetes de 20 dólares falsos, los agentes reconocen la firma de un minucioso trabajo, Tris Stewart (Lloyd Bridges), un tipo duro que cumple condena en el penal. El gobierno le ofrece una reducción de condena a cambio de que les ayude a localizar a quien está usando sus antiguas planchas, Stewart inicialmente renuncia pero semanas más tarde y durante el traslado a otro penal se fuga.
El jefe de la organización criminal más importante de la ciudad es sospechoso de haber evadido impuestos. La operación para atraparle es asignada al agente del Tesoro Frank Warren. El y su compañero pretenden apoderarse de los libros de contabilidad del cabeza de la banda para poder acusarle de fraude fiscal. A pesar de todas las dificultades, entre las que se incluyen las amenazas de muerte a Judith, la mujer de Frank, los dos policías deciden seguir adelante con su trabajo.
Una atractiva viuda llamada Laura (Angie Dickinson) requiere los servicios de Sam Whiskey (Burt Reynolds) para recuperar unas barras de oro que robó su difunto marido y que se encuentran en un barco hundido.
A Treasury agent gains the trust of a mob gunman while working under cover to smash a crime syndicate.
Intentar engañar a Hacienda ha sido una opción demasiado tentadora para Andrés (Quim Gutiérrez), pero no contaba con que le acabaran pillando. Y eso es exactamente lo que le ha sucedido. Además de la multa millonaria que le ha caído encima, ahora debe trasladar sus oficinas al barrio de Los Caños, en el extrarradio más marginal de la capital, o eso le parece a él. Pero es que Andrés estaba aprovechándose de una jugosa subvención por tener allí su sede, sin que hubiese puesto jamás los pies en el barrio. A regañadientes, él y sus empleados se trasladan a Los Caños y aquello no es tan malo como esperaban… Es peor.
The Treasury Department plants a female agent in the office of a luggage company that is suspected of smuggling diamonds.