Chaos Machina, una de los reyes Celestiales del Rey Demonio se presenta ante Seiya con un poder abrumador. Este consigue a duras penas escapar al Reino Celestial y comienza a entrenar para aumentar sus estadísticas. Sin embargo, Chaos Machina toma el pueblo cercano y comienza a matar a sus habitantes cada diez minutos, a menos que el héroe vaya a rescatarlos.

El grupo llega a la Villa Dragonkin, donde les espera el pueblo de los dragones. La líder Dragonkin, la matriarca Leviae, les informa de que deben forjar la espada Igzasion, la única arma de Gaeabrande que puede derrotar al Rey Demonio. Sin embargo, el precio a pagar es demasiado alto, la vida de Elulu.

El grupo decide pasar la noche en una posada de Izale, pero se encuentran con una visión aterradora del pueblo en llamas. Ante el grupo se presenta un rostro familiar, que revela su identidad como uno de los Cuatro Reyes Celestiales, el invocador Kilkapul. Kilkapul Invoca al Dios de la Muerte Krosde Thanatus, un poderoso ser interdimensional de gran poder y fabulosas habilidades. Seiya decide escapar al Reino Celestial para salvar su vida y la del grupo.

El grupo conoce de primera mano todo lo acontecido en el pasado de Seiya, por lo que deciden ir y ayudarle a terminar con el Rey Demonio, incluso violando las leyes del Reino Celestial. Sin embargo, la lucha es encarnizada y Seiya está dispuesto a dar su vida por aquellos a los que aprecia.