La ola se ha ido, pero el alivio de Naofumi dura poco, ya que Motoyasu lo reta a un duelo en medio del banquete de celebración en el castillo de Melromarc. Motoyasu insiste en que poseer un esclavo es impropio de un héroe y que Naofumi libere a Raphtalia de inmediato.

Naofumi sigue una petición de su amigo el comerciante para ir a un pueblo donde necesitan muchos herbicidas, algo que él puede fabricar (y vender) en grandes cantidades. Cuando llega descubre que los problemas allí presentes tienen algo que ver con cierto conocido. Mientras tanto, Raphtalia comienza a preocuparse por el hecho de que Naofumi preste más atención a Filo que a ella.

Con Naofumi y el resto de héroes formando equipo, el objetivo es derrotar al malvado pontífice, pero es demasiado poderoso como para lograrlo por métodos normales.

Tras detectar la proximidad de una nueva ola cercana a Cal Mira, Naofumi y el resto piden ayuda a la reina para prepararse para lo que probablemente sea un combate en alta mar. Será allí donde Naofumi se lleve una sorpresa con respecto a alguien.