Ansiosos por ganar algo de dinero, el equipo se pone a trabajar en dos proyectos: crear un ‘rat rod’ desde cero y convertir un Elite Laser 917 en un coche de competición.

Shawn le propone al equipo organizar un intercambio que implica una ranchera Chevy del 57. Además, se ponen manos a la obra con un proyecto épico: fusionar dos coches.

Mark y Shawn visitan un desguace con la esperanza de cambiar su recién terminada Chevy del 57 por algunas buenas piezas «made in Detroit».

Tras perder dinero con un proyecto, el equipo Gotham vuelve a hacer lo que mejor se le da: convertir una ambulancia militar de 1954 en una discoteca móvil.

Un agente que representa a un comprador rico se muestra interesado en los prototipos a la venta. Luego, Cavernícola le propone al equipo un proyecto para un gran amigo.

Mientras el equipo se pone las pilas con el Zephyr, Shawn tiene una propuesta para Mark que implica un camión Kenworth del 57 como el que solía conducir su padre.

Entusiasmados por la oportunidad de aparecer en la portada de un catálogo de Speedway, Mark y compañía hacen lo imposible para lograr que el Zephyr esté listo a tiempo.