Los felices días de infancia de David terminan con el matrimonio de su madre Clara con el noble pero brutal Edward Murdstone. Él y su hermana, Jane, se mudan y comienzan un régimen represivo.
David es ahora un joven profundamente enamorado de la hermosa e inmadura Dora Spenlow. Él se propone cortejarla, pero antes se reencuentra con algunos viejos amigos.