Una autómata se despierta en un sótano sin memoria ni propósito. No está sola, pero la muñeca que la acompaña está sentada inconsciente.

Durante una excursión, la actitud optimista de Haizakura choca con la personalidad más estoica de Gekka. ¿Cuál es la causa de su frialdad y que parezca que ya no puede sonreír?

Hubo un tiempo en que la voz de Houkiboshi traía esperanza a las tropas en tiempos de temor y oscuridad. Ahora una voz del pasado se la traerá a Houkiboshi.

Lo lógico es arreglar un mal funcionamiento, pero Karasuba está ofendida por que Haizakura sugirió que Nagi la reparara.

La prueba filosófica de la existencia de un autómata se puede medir así: «Tengo órdenes, luego existo». Pero si eso es cierto, ¿qué es un autómata sin órdenes?

Los clientes son escasos después de los incidentes recientes que involucran a autómatas, pero Haizakura tiene una idea para atraer nuevos clientes, una idea que requiere asesoramiento de una fuente inesperada…

Mientras que el amo Nagi viaja al extranjero en una misión militar, las muñecas piensan en asistir a la feria de la capital, y una amable pareja de ancianos se quedan embelesados por Gekka cuando la escuchan cantar.

El deber de una muñeca nunca termina. Después de recibir noticias preocupantes, Karasuba y Haizakura se aventuran más allá de las paredes del Gato Negro en una misión importante.

Una autómata perdida deambula por la zona del personal del Gato Negro, pero ¿quién es ella exactamente? Nunca antes habían visto un modelo como el de Haikagura…

A raíz del desastre, Haikagura duerme, y su origen sigue siendo un misterio. Mientras Nagi investiga los misteriosos autómatas, las otras muñecas se preparan para la feria de capital.

Dos hermanas, forjadas en secreto. Un sucesor, hecho en memoria. Los fragmentos del pasado y el futuro colisionan cuando Haikagura intenta asumir el control.

Haizakura sabe lo que debe hacer para salvar a sus amigos, pero sus acciones tendrán un coste inimaginable. Sin embargo, Haizakura está comprometida a encontrar su propósito.