Finalmente, se desvela quién es el hombre a la puerta de Johanne. En el transcurso de un año, el hechizo del romance da paso a la realidad propia de las relaciones.

Aún conmocionada por su encuentro con Henrik, Johanne visita a su padre recién separado. Después, Johanne sale a beber con una compañera de trabajo.

Johanne visita a un exnovio para indagar los verdaderos motivos de su ruptura. Posteriormente, su padre la acompaña en una accidentada visita al centro de tatuajes.

La muy ansiada segunda cita con Knut no sale como se esperaba. Poco antes de Navidad, Johanne se topa con una cara amiga.

La Nochebuena sorprende a Johanne agobiada tratando de no quemar la cena, atendiendo a sus invitados e intentando sacarse a Jonas de la cabeza.