Kotoko se da cuenta de que la Dama de Acero Nanase es un espectro que nació de su propio sitio wiki. Es un monstruo imaginario que creció a partir de la imaginación de la gente hasta volverse inmortal, por lo que para derrotarla tienen que inventar una historia que sea más interesante y convencer a la gente de que no es un fantasma. Para lograrlo, Kotoko pide ayuda a Saki. Luego se encuentra con un fantasma en el lugar donde murió Karin Nanase y que la vio morir.

Yokais, ayakashis, espectros, demonios, mononokes y fantasmas… Todo tiene un orden, y nunca se ha de ir en contra de ese orden. La cuarta solución de Kotoko es aceptada por los usuarios del sitio wiki y Kuro puede dar el golpe final a la Dama de Acero Nanase. ¿Será suficiente para acabar con ella? ¿Y cuál era exactamente el motivo de Rikka?

Kotoko recibe una petición de un fantasma que está atado a un edificio. Pasa la mayor parte de su tiempo en la casa de un aficionado al cine, pero unos ruidos en el piso superior lo tienen aterrado.

La policía cuestiona a Masayuki por el asesinato de su exesposa, y aunque tiene coartada, esta es la mujer de las nieves, lo cual lo pone en mala posición.

Rikka se aloja en un pequeño apartamento con fama de estar embrujado, pues varios de sus anteriores inquilinos se suicidaron, pero eso a ella no parece preocuparle en absoluto, para sorpresa de su joven casero, con quien charlará un poco sobre su vida y le contará que huye de Kotoko y su primo.

Kotoko parecía haber llegado a la conclusión que quería con la declaración de Rion, pero hay mucho más detrás de este complejo caso de asesinato y es hora de sacar toda la verdad a la luz.