El fiscal Gustavo Parisi comienza la investigación de la muerte de la modelo uruguaya Alicia Muniz, pareja del campeón argentino de boxeo Carlos Monzón.

Carlos coopera con Parisi y las autoridades y brinda su testimonio sobre la muerte de Muniz. En 1960, comienza a entrenar con el legendario Amílcar Brusa.

Carlos deja de colaborar, y Parisi interroga a los testigos. En los sesenta, el joven boxeador forma una familia con Pelusa, pero su carrera sufre un revés.

Se realiza la autopsia de Muniz mientras De Luca busca un abogado para sumar a la defensa a Monzón. El circo mediático se vuelve cada vez peor.

Patricia Rosello, la nueva abogada de Monzón, estudia en detalle las fotos de la autopsia. En 1970, en Roma, el boxeador hace historia en el duelo por el título mundial.

Se realiza la segunda autopsia. Rosello busca más información sobre Alicia. En una retrospectiva, Pelusa se preocupa por el problema de Carlos con el alcohol.

Surge un posible testigo ocular, y Parisi trata de determinar si su testimonio es confiable. De Luca se reúne con Susana, la famosa ex de Carlos.

El testimonio del testigo ocular muestra las grietas. En 1974, Carlos y Susana filman La Mary y la química en el set se traslada a la vida real.

En la cárcel, Carlos sufre presiones para continuar su carrera y recibe ayuda de una terapeuta. En 1976, el boxeador mete un derechazo memorable contra Valdez.

A pesar de las amenazas, Parisi sigue investigando la pista del narcotráfico que salpica el caso de Monzón. Silvia padece los maltratos del padre.

En su diario, Alicia habla sobre la vida con Monzón. Entre los detalles, cuenta cómo son los problemas domésticos y los abusos.

Rosello trata de convencer a Carlos de que no testifique. Mientras tanto, comienzan los preparativos del juicio, y se nombra a la jueza.

Tras el juicio, se revelan los sucesos del 14 de febrero de 1988 en Mar del Plata, desde la llegada de Alicia Muniz a la ciudad hasta el desenlace trágico.