Cuando los representantes de diferentes organismos no se ponen de acuerdo sobre la forma en la que manejar el descubrimiento de Jaax, ella se percata de la existencia de varios protocolos en vigor para la confinación de un virus letal en territorio estadounidense. Un empleado del centro de investigación de los monos cae enfermo, lo que provoca el temor en Jaax de que el virus se haya propagado a los seres humanos. Travis Rhodes, del Centro para el Control de Enfermedades, llega con una forma diferente de manejar el asunto.

Nancy Jaax empieza a liderar un equipo del Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos con el objeto de prepararse para la misión más peligrosa a la que cualquiera de ellos se haya enfrentado jamás. Con pleno acceso al centro de investigación, esta apuesta mortal provoca una gran inquietud en el hogar de la familia Jaax. Su esposo, Jerry, busca una manera de proteger a su esposa. Mientras tanto, Jaax cree que su mentor, el Dr. Wade Carter, puede que tenga otros planes.

Dentro del centro de investigación para primates surgen peligros imprevistos. La teniente coronel Jaax trabaja sin descanso en la zona de nivel 4 de bioseguridad con el objeto de averiguar por qué el virus se comporta de forma diferente a lo esperado en las víctimas humanas. Con la sobrecogedora tarea de practicar la eutanasia a los monos, surgen peligros imprevistos e incluso el más fuerte de los equipos es llevado al límite.

La ya de por sí volátil situación dentro del centro de investigación infeccioso está a punto de explotar. Con Nacy Jaax dando un paso adelante mientras los de su alrededor se desploman, el agotamiento pone en jaque a la precisión necesaria para esterilizar la amenaza. Los esfuerzos del equipo para contener el pánico se ven amenazados con la llegada de la prensa y por el hecho de que los residentes del vecindario hayan averiguado la cercanía del peligro.