A pesar de los conocimientos sobre sexualidad de su madre y del incentivo de su amigo Eric, Otis está preocupado por no tener sexo. Y no es el único...

Tras comprobar que dar consejos sexuales no es tan fácil como parece y con la insistencia de Maeve, Otis intenta brindar asesoramiento gratuito en una fiesta adolescente.

La clínica de Otis comienza a despegar y su atracción por Maeve, también. Sin imaginárselo, la joven termina pidiéndole consejos al reciente terapeuta.

Eric se da cuenta de que Otis está enamorado de Maeve. Tras un pedido de ayuda del atractivo Jackson, el joven terapeuta enfrentará un difícil dilema.

Una fotografía explícita pone a una jovencita en el centro de las miradas. Las acciones de Maeve obligan a Otis a tomar una complicada decisión en un día importante.

Eric se aísla a causa de su trauma, y el ensayo de Maeve recibe un premio. Otis intenta tener algo con Lily, pero los problemas del joven son un palo en la rueda.

El gran baile genera mucho revuelo (¡y drama!) entre los estudiantes de Moordale. Otis consigue alguien que lo acompañe; Maeve, un vestido, y Eric regresa con estilo.

El nuevo libro de Jean está causando estragos en Otis. Eric queda castigado en la escuela junto a un viejo enemigo, y el cuerpo le juega una mala pasada a Lily.

Otis descubre que posee un talento secreto: la masturbación. ¿Conseguirá aplacar sus impetuosos deseos por Ola? Un brote de clamidia provoca revuelo entre los alumnos.

Tras la incómoda aparición de Jean en el instituto, Otis intenta darle gusto a Ola a base de tacto y asesora a un profesor desesperado. Maeve pierde su arrojo.

Aimee vive una situación horrible en el autobús cuando va a ver a Maeve. Rahim conecta con Eric y una cena familiar con los Milburn se vuelve de lo más incómodo.

Ola quiere ir hasta el final, y Otis se estresa. Jean y Maeve necesitan un espacio propio. A Jackson le preocupan sus dotes actorales. Varias parejas retoman el contacto.

Otis y Eric dejan atrás sus romances y se van al campo con Remi. Pero los padres no son perfectos, como bien sabe Maeve. Ola sigue los dictados de su corazón.

No queda otra que seguir adelante, así que Otis organiza una quedada que se desmadra mientras Jackson lidia con la curación. Afrontar la verdad es duro para todos.

Y llegó la mañana siguiente. El "chico del sexo" la ha liado parda, y encima no para de vomitar. El caos se apodera de la clase, y las chicas castigadas estrechan lazos.

La terapia verbal podría no bastarles a Otis y Jean para afrontar sus problemas. Una precavida Maeve llega a la final. Shakespeare es éxito seguro, y más en versión sexy.