En San Fernando (Cádiz), José Monge Cruz, conocido más tarde como Camarón de la Isla, se hace cargo desde muy niño del cuidado de su madre, una cantaora no profesional.

Las circunstancias obligan a un joven Camarón a mudarse de San Fernando a Madrid, donde se sumerge en la próspera escena flamenca.

Camarón tiene un encuentro decisivo con el guitarrista Paco de Lucía e inicia una fructífera colaboración con este. El mundo va cambiando y también el flamenco.

Camarón se enamora de la joven Dolores Montoya, la Chispa, y empieza a colaborar con el guitarrista Tomatito.

Camarón se convierte en todo un fenómeno cultural y es aclamado como “el rey de los gitanos”. La fama que alcanza es un gran peso para un hombre tan tímido y humilde.

Camarón continúa dejándose el alma en su arte, pero su salud rápidamente se ve afectada. A los 40 años le diagnostican un cáncer de pulmón.