Shoko y Kyoko nacieron bajo un cruel destino que siendo niñas estuvo a punto de costar la vida de una de ellas. Ahora, ya como adolescentes, Kyoko lleva varios años fuera de casa y Shoko no sabe por qué más allá de que está estudiando. La sorpresa llegará cuando en su reencuentro, Kyoko se presente como una Saintia

Atenea envía a Shoko al Monte Togakushi, donde Mayura la entrenará. Sin embargo, por temor al mal que la acosa, la Caballero de Plata sella a la niña en el acto sin ninguna otra forma de juicio. ¿Shoko romperá el sello?

Mientras Shoko continúa su entrenamiento, las Driades de Eris se enfrentan a Saori nuevamente. Shoko quiere acudir en su ayuda, pero a pesar de su determinación, ella sigue sin experiencia. Es entonces cuando sucede lo inesperado: la armadura del Caballo Menor lo cubre.

Shoko acude al lugar donde está el cuerpo de su hermana esperando para ser el receptáculo de Eris, pero aunque no tiene capacidad para enfrentar a los enemigos, está dispuesta a hacerlo. Es entonces cuando llega alguien dispuesto a detener el problema de una forma más drástica

Afrodita de Piscis lleva a Atena al Santuario por orden del Patriarca, donde ambos se encontrarán a cara. ¿Qué secreto oculta el Patriarca tras sus lágrimas? Mientras tanto, Mayura ha detectado que los restos de Eris están produciendo cierto efecto que podría ser catastrófico

La batalla en el Santuario arrastra a Shoko, quien presencia lo allí ocurrido con Atena, Saga, Seiya y el resto.

Cuando Milo avisa al Santuario sobre la situación con Eris y Kyoko, Mu le indica que solo él y un enviado de los Caballeros de Oro más podrán enfrentarse a ella dada la situación: Leo

Shoko intenta llegar hasta Saori para salvar su alma y derrotar a su hermana, pero en su camino se interpone Rigel de Orión. Aioria sigue enfrentándose a Saga y Aries descubre algo perturbador

Las Saintias enfrentan a Eris en la batalla final mientras Aioria y Milo enfrentan a Saga para acabar con el Templo de Eris. Una dura batalla aguarda a todos y el mal parece ser el bando más poderoso