El padre Kerrigan trata de ayudar a un feligrés en apuros. Kerrigan, que tiene que salir adelante con su frágil y anciana madre se pregunta el impacto que puede llegar a tener en la sociedad.

El padre Kerrigan persuade a Christina de confesar a lo policía lo que ha hecho y la ayuda en su declaración, pero aún debe lidiar con la herida que ha abierto con su hermana Mariella. Una mujer con un problema de adicción al juego recurre a Michael.

Michael se siente culpable por la tragedia ocurrida en casa de Helen Oyenusi, así que recurre al padre Peter en busca de consejo. Mientras tanto, Andrew, el joven policía, se debate entre su deber moral y su lealtad a su compañero acusado.

Con 24 horas de gracia antes de que se llame a la policía por su malversación de fondos, Roz hace planes vitales para que sus hijos puedan arreglárselas sin ella. Helen dirige una vigilia afuera de la estación de policía, donde P.C. Powell contempla lo que ha hecho.

A medida que su madre empeora su estado, Michael intenta persuadir a sus hermanos de que le ayuden con esta carga, pero ellos hacen oídos sordos. Roz Demichelis es descubierta por su jefe y recurre al padre Kerrigan con una inesperada petición. El padre Michael tiene que mediar cuando el hermano devoto de Helen, Daniel, se enfrenta violentamente con su vecino gay, Carl, cuando todos intentan reconciliarse con la muerte de Vernon.

El padre Kerrigan se ve involucrado en un nuevo conflicto en casa de Helen Oyenusi, cuando su hermano llega para apoyarla con el funeral de su hijo y un vecino se enfrenta a él por su orientación sexual.