Saga les dice a Shura y Camus que continúen ya que él se encargará de Géminis. Saga reconoce al oponente como su hermano, revela que en la prisión de Cabo Sunión fue salvado por Atenea y al ver que está controlando la Armadura de Géminis a la distancia lanza un ataque que llega hasta el Salón del Patriarca. Milo de Escorpio se encuentra con Kanon de Géminis en este lugar y le ordena marcharse. Ante la negativa del caballero, Milo comienza a atacarlo con su Aguja Escarlata.

Seiya, Aioria y los demás llegan a la Casa de Virgo y se encuentran con Mū, quien les impide la entrada al Jardín ya que Shaka pidió explícitamente que lo dejen pelear solo. Todos sienten que la intención de Shaka es morir allí. A Saga, Shura y Camus sólo les queda uno de sus sentidos. Y en el último segundo antes que Shaka los elimine atacan con la Exclamación de Atena.

Todos en el Santuario pueden sentirlo, Shaka de Virgo ha muerto. En el Jardín los tres caballeros ven sorprendidos cómo Shaka aún se encuentra allí, pero lo que hace es escribir algo con sangre en los pétalos de cerezo y finalmente desaparece del mundo.

El trío vuelve a entrar a la Casa de Virgo y se encuentran con los furiosos caballeros que juran vengar la muerte de Shaka.

Seiya y los demás no se rinden e intentan elevar la Exclamación de Atena, pero Mū les advierte que no lo hagan ya que ellos al no tener armaduras doradas no soportarían el poder y terminarían despedazados.

Shion comienza a llorar frente a la sangre de Atenea derramada en el suelo, y con ella es capaz de despertar a la armadura de Atenea, la cual es la verdadera forma de la gigantesca estatua de la diosa en el Santuario, una pequeña estatuilla de piedra que se transforma en armadura.

Los Santos de Bronce quieren pelear contra Radamanthys, pero los Caballeros de Oro los detienen diciéndoles que ésa es su tarea y los envían a que ayuden a Saga y los otros. Seiya y los demás asienten y se despiden de Mū, Milo y Aioria para que éstos puedan seguir peleando.

En Giudecca, Seiya entra y sólo encuentra el lugar destruido, despierta a Shun, quien no sabe dónde está Atenea. Ambos se dan cuenta que su cosmos desapareció en la parte de atrás del cuarto, donde encuentran un enorme muro. Shaka les explica que ese muro es la última frontera del Infierno: el muro de los lamentos. Atenea y Hades desaparecieron más allá de este muro y Seiya sugiere hacer lo mismo, pero Shaka le responde que es imposible cruzarlo si no eres un dios.

El muro de los lamentos es la frontera entre el Hades y los campos Elíseos, será imposible destruirlo con poderes humanos. La única esperanza sería que todas las armaduras de oro estuvieran allí.

Los Caballeros de Oro: Máscara de la Muerte de Cáncer, Saga de Géminis, Shura de Capricornio, Aioros de Sagitario, Aldebarán de Tauro, Afrodita de Piscis y Camus de Acuario aparecen ante sus compañeros.

Para poder llegar a los Campos Elíseos, los caballeros deberán pasar algunas nuevas adversidades. Llegan a un lugar que parece ser la entrada a otra dimensión, Shiryu decide quedarse y pelear contra tres poderosos espectros y Hyöga deberá verse las caras una vez más con el juez Minos para que no se interponga en el camino de Shun y Seiya.