Un informante anónimo empieza a filtrar información de la central de la CIA en Berlín. Daniel Miller es el encargado de identificar al informante.

Frost, Robert y Valerie siguen las actividades sospechosas de un supuesto terrorista “reformado”, mientras Daniel se reencuentra con su viejo amigo Hector.

La central está bajo vigilancia. Los agentes de la CIA ocultan un secreto, pinchan un restaurante (y obtienen unos resultados sorprendentes) e intentan salvar a un agente saudí de ser expatriado para morir.

Daniel y Hector acceden a los servicios de prensa para localizar las filtraciones. Robert presiona a Daniel para perseguir una nueva oportunidad a la par que intenta conservar su vida personal.

Hector sigue el rastro de una nueva filtración que desacredita el trabajo previo de Daniel. Valerie espía a unas mujeres relacionadas con los Iosavas. Frost lucha por mantener a flote su matrimonio.

Frost se da prisa por terminar una operación que concierne a los Iosavas, pero al hacerlo pondrá en peligro la vida de Clare. Hector intentará detener la operación para salvar a Clare.

Los Iosavas secuestran a Clare y todos se ponen manos a la obra para traerla a casa sana y salva. Frost sospecha de los datos de Langley y la relación entre estadounidenses y alemanes se verá amenazada.

Daniel se da cuenta de que Hector podría ser Thomas Shaw. Robert asciende a jefe de la central después de que Frost reciba una orden de arresto.

Se revela parte del pasado de Hector. Secuestran a Patricia y Daniel se apresura a salvarla. Frost y su mujer intentan huir del país.

Daniel deja marchar a Hector, quien huye a Riyadh para salvar a un agente saudí. El equipo trabaja para descubrir la verdad y enterrar a Thomas Shaw de una vez por todas.