Cuando Hikigaya escribe un ensayo rememorando sus buenos momentos con sus compañeros y resulta un desastre dramático y solitario, su profesora lo envía al club de servicio para que intenten corregirlo. Allí nuestro cínico protagonista se encuentra con una preciosa chica cuyas palabras pueden cortarlo todo.

Llega el primer "cliente" del club de servicio desde la llegada de nuestro protagonista, y no es otro que un viejo compañero suyo con delirios de grandeza. ¿Qué les quiere pedir? ¿Y qué ocurre cuando nuestro pasivo protagonista se encuentra con una injusticia ante sus ojos?

El club de servicio recibe la petición de ayudar al club de tenis, y aunque Hikigaya planea usarlo como ruta de escape del club de servicio, acaban ayudando a Yuigahama con su vieja acosadora.

Una disputa entre amigos desata una cadena de rumores malintencionados, lo que acaba con una petición al club de servicio para resolver la situación, de ser posible, de forma pacífica.

Un hermanito preocupado por las horas a las que llega a casa su hermana mayor puede ser un caso no apto para el club de servicio, pero cuando es un amigo de la hermana de Hikigaya y la hermana mayor del chico es su compañera de clase, todo cambia.

Con Yuigaraha sintiéndose rechazada en cierto modo, la profesora pide a Hikigaya y al resto del club de servicio que busquen nuevos miembros, lo que en realidad es un modo velado de pedirles que vuelvan a contar con Yuigara. Yukino recuerda la fecha del cumpleaños de ella, así que decide contar con Hikigaya para ir a comprarle un regalo de cumpleaños.

Estando todos dispuestos a ayudar a la pequeña niña solitaria, urden un plan bastante radical y solo digno de Hachiman. Pero las relaciones son mucho más complejas de lo que ellos mismos quieren aceptar.

Hachiman y Yuigahara acaban yendo a ver unos fuegos artificiales juntos, en parte por el plan de Komachi. Pero lo que parece un día para ambos, acaba siendo un momento para pensar también en Yukino y descubrir algo inédito de ella.

Se acerca el festival cultura y Hachiman acaba como delegado masculino por despiste, siendo una compañera de su clase la delegada. Cuando esta pide ayuda al club de servicio para hacer su rol de presidenta del comité, Yukino se ofrece a ayudarla intentando librarse de la alargada sombra de su hermana.

Se acerca el festival cultural y hay que prepararse en la clase para hacer algo, así que se decide una obra de teatro. Trabajo y más trabajo para todos. Incluso Hachiman parece trabajar más de la cuenta. Komachi no se lo creería.

Llega el festival cultural y las tensiones de la presidenta en funciones con Yukino llegan a su punto álgido, aunque por suerte hay alguien acostumbrado a hacer de enemigo público para solucionar las cosas.

La nueva petición del club de servicio es ayudar a que el festival deportivo sea un éxito, pero ellos mismos tendrán que pedir ayuda a otras dos personas más especiales... y de paso intentar ganar el evento, pues los tres están en el mismo equipo.