Al ver que la pelea no puede seguir como Goku y Hit querrían debido a las normas, Goku le pide a Beerus que las anule, aunque el Dios de la Destrucción se opone. Eso hará que Goku tome medidas extremas al respecto.

El Rey de Todo está complacido con lo que ha visto, así que emplaza a todos los presentes a un futuro torneo entre los doce universos. Por otro lado, es hora de que Beerus pida el deseo con las Super Dragon Balls.

Antes de la celebración por la victoria en el torneo, Goku sigue empeñado en pelear contra Monaka, quien no tendría que haber asistido. Pero por un pequeño error, Monaka está presente.

Debido a una misteriosa enfermedad, Goku no puede controlar su ki, lo que hace que apenas pueda ni volar. Por si fuera poco, se quedará en casa de Gohan para cuidar de Pan, pero su situación actual no ayuda.

Trunks y Goten acaban en el planeta Pot-au-feu por accidente. Allí se encuentran con un problema, ya que hay un malhechor llamado Gryll que quiere apoderarse del poder de ese planeta.

Vegeta acude para ayudar a su hijo y a Goten, pero el enemigo tenía preparada una desagradable sorpresa para él. No solo ha perdido sus poderes, sino que su vida corre mucho peligro.

Goku aparece en el planeta Pot-au-feu sin saber realmente qué está pasando. Resulta que debe enfrentarse al clon de Vegeta y derrotarlo si quiere salvarle la vida al verdadero saiyan.

El mundo del futuro de Trunks está siendo devastado por un tal Black. Ante esa tesitura, Bulma prepara energía suficiente para que Trunks busque la ayuda de sus amigos en el pasado y puedan derrotarlo entre todos.

Finalmente, Trunks consigue escapar de las garras de ese tal Black en el último momento y consigue llegar a la Tierra. Una vez allí, el propio Trunks de la línea temporal actual es quien se da cuenta de su llegada y avisa al resto.