Nina es una joven cazarrecompensas alegre y de gran fuerza, que ha venido a la capital para ganar dinero y enviárselo a su madre. Mientras, un peligroso criminal siembra el caos en las calles. El llamado Demonio Andrajoso siempre ataca a humanos que abusan de los demonios y cuando Nina ve la recompensa, decide que será su próximo objetivo.

Después de su transformación en Dragón Rojo, Nina despierta en la clínica de Rita, y Azazel, que resulta ser el Demonio Andrajoso, se acerca a ella para que use sus poderes de dragón en contra de los humanos. Mientras, el nuevo Rey Charioce XVII, culpa a Kaisar, capitán de los Caballeros de Orleans, por no poder capturar al Demonio Andrajoso.

Un grupo de dioses se infiltran en la capital buscando a un misterioso muchacho llamado Mugaro, el cual siempre acompaña a Azazel. Por su parte, Nina continúa con su vida en la ciudad e incluso conoce a un misterioso y atractivo joven, por el cual se siente atraída. Mientras, el Rey Charioce se dispone a detener al Demonio Andrajoso en persona.

Azazel se enfrenta en solitario a todos los soldados presentes en la plaza, para poder salvar a los demonios utilizados como rehenes. Sin embargo, la ventaja numérica resulta abrumadora y Azazel es gravemente herido. Pero antes de caer definitivamente derrotado, aparece Nina...

Azazel se reúne en secreto con los demonios de la capital, informándoles de que dispone de la fuerza del Dragón Rojo. Nina, sin ser consciente de la declaración de Azazel, se va de compras por la ciudad con Mugaro. Kaisar, desesperado por la actual situación de los Caballeros de Orleans y de la propia ciudad se reúne con Rita.

La capital real se prepara para el festival que conmemora el final de la guerra y Nina ayuda con el puesto de comida de Bacchus y Rita. Mientras compraba ingredientes, se mete en una trifulca y acaba siendo salvada por el misterioso joven de la última vez. Azazel comienza los preparativos junto a los demonios de la capital, para matar al Rey.

Kaisar sospecha que Azazel planea atentar contra el Rey e intenta convencer a Charioce para que cancele la cabalgata real. Por su parte, Nina continua ayudando en el puesto de comida, ajena a los planes que Azazel tiene para ella.

Al no conseguir la ayuda de Nina, Azazel decide enfrentarse a Charioce para intentar salvar a los demonios, que luchan desesperadamente por sobrevivir. Con la ayuda de Mugaro, consigue algo de ventaja, pero interfiere Kaisar y se vuelve un duelo a tres bandas. Mientras, los dioses mueven ficha, para hacerse con Mugaro.

Nina y Kaisar son encarcelados por traición. A pesar de estar encerrada, Nina no pierde la sonrisa y el optimismo que la caracterizan. Kaisar descubre que Favaro también está encerrado con ellos y también descubre para su sorpresa, que Favaro ya conocía a Nina. Favaro le cuenta la historia de cómo conoció a la joven dragomana.

Juana de Arco le cuenta su historia a Nina. Cómo fue expulsada de la capital por desavenencias con Charioce y pasó de ser la capitana de los Caballeros de Orleans a una campesina pobre. Se esclarecen también todos los misterios que rodean a la vida de Mugaro.

Dioses y humanos se preparan para la guerra, mientras Juana y Nina intentan huir de la prisión con la ayuda de Rita. Al mismo tiempo, los civiles abandonan la ciudad ante el inminente ataque de los dioses.

La ventaja de los dioses es abrumadora, pero Charoice tiene un as bajo la manga. Ayudado por el conocimiento robado en los templos de los dioses, ha construido un arma prohibida con la que pretende poner fin a la guerra. Al mismo tiempo, Juana, Nina, Favaro, Kaisar y Rita consiguen salir de la prisión, sólo para darse cuenta de que se encuentran sobre el arma prohibida y en medio de una guerra entre el cielo y la tierra.

Nina and Jeanne leave behind the battlefield and head toward Nina's home in search of a way to enter the land of the gods. There they meet the village elder and are warmly welcomed by the villagers, including Nina's mother.

Nina and Jeanne soar through a storm to reach the land of the gods. Once there, Jeanne is reunited with her son, El. Meanwhile Azazel now a captive of the humans is forced to battle other demons to the death in the capital's coliseu.

El attempts to evade Nina and Bacchus in order to flee from captivity in the palace of the gods. Meanwhile, in the capital of Anatae, Kaisar is taken from prison to the coliseum, where he's forced to battle one-on-one against a demon.

Nina and El flee from the land of the gods and return to the capital. There they are reunited with Rita and Favaro, who have rescued Kaisar. While searching around town for information, Nina once again encounters Charioce XVII in disguise.

By meeting Charioce XVII again, Nina gains the ability to transform into a red dragon at will. Azazel has escaped the coliseum and is filled with bitterness when learning of Nina's new ability. El gazes on at Azazel, and the group plans how to snatch the bracelet that Charioce is wearing.

Jeanne and Sofiel leave the land of the gods in search of El, but they aren't able to get any information. As part of a plan to snatch Charioce XVII's bracelet, Nina and Alessand lead an effort to sneak into a ball at the palace.

After fleeing from Charioce XVII's ball, Nina and the others are pursued by the Onyx Knights, who make an attempt on their lives. Mugaro acts together with Azazel, and Jeanne encourages him to return to the land of the gods.

Rita frantically attempts to save El after he's stabbed by Alessand. El's mother Jeanne is powerless to do anything but watch. Azazel makes his ire known and then vanishes into the rain. Alessand pleads with the head of the Onyx Knights to allow him entry into the force as a reward for stabbing El.

Charioce XVII brings unrest to the land of Eibos, where Bahamut was revived a decade ago. Nina follows the king to Eibos in order to put an end to his violent acts. Having lost her son El to a stabbing, Jeanne leads her allies to make an assault on the capital and slay Charioce.

While Charioce XVII is leading Bahamut to the capital, demonic forces jointly commanded by Azazel and Lucifer besiege the city. Jeanne's rebel army enters the fray, which results in a free-for-all battle of men, gods, and demons. Amidst the chaos, Dias finds Alessand wandering the battlefield.

Kaisar looks death in the eyes when protecting Charioce XVII from Jeanne and Azazel. Meanwhile, Bahamut unleashes a torrent of destruction across the world. As the end draws near, difficult decisions become inevitable.