Llaman a los inspectores Briscoe (Jerry Orbach) y Green (Jesse L. Martin) a la escena de un crimen para investigar la desaparición una joven, brillante y atractiva becaria llamada Lisa Edwards.

Kate Hollis Snyder, una atractiva mujer de 28 años, ha caído al vacío. Su nuevo marido, Don Snyder (William Atherton), es un poderoso y rico hombre de negocios.

Tony Rosatti (Lou Bonacki), un acaudalado contratista con vínculos con la mafia, aparece muerto en su casa de piedra rojiza. Briscoe (Jerry Orbach) y Green (Jesse L. Martin) sospechan inmediatamente que el asesino es un profesional e intentan encontrar a la joven segunda mujer del fallecido.

Roban una joyería en West Village. Matan al propietario y disparan a un cliente de Chicago que está de paso, Glen Fordyce (Manty Patinkin).

El jefe de admisiones de una escuela privada ultraelitista es asesinado y hay varios sospechosos.

Aparece una mujer ahogada en el río Hudson que resulta estar desaparecida y a punto de sacar a la luz un escándalo judicial muy serio.

Un asesino convicto de un niño es atropellado y finalmente muere semanas después de ser liberado de la cárcel y se hace difícil juzgar el asesinato de un ser humano tan despreciable.

Un suicida aparca su todoterreno delante de un tren. Su estado mental es el foco de atención del juicio.