El Día de Acción de Gracias, el personal del hospital está muy agobiado ante el escaso número de médicos. Abby atiende a Loren, una seropositiva que sufre una hemorragia y podría estar embarazada. Un terrible accidente cercano amenaza con colapsar todo el personal del hospital. Cerca de allí, Lewis no es consciente de que su ex marido Chuck está en medio de la catástrofe.

Romano amenaza seriamente con presentar una demanda contra Pratt, que con desparpajo sigue burlándose de Abby con complicadas preguntas médicas. Mientras, Abby se pregunta qué estará haciendo Carter en África.

En Nochebuena, sehace todo lo posible para celebrar la fiesta, y Carter hace lo mismo al otro lado del mundo en una decadente clínica del Congo, mientras procura acostumbrarse a los riesgos de la zona. Mantiene en todo momento el contacto con sus amigos de Chicago y emprende una misión personal para ayudar a una madre embarazada que se está muriendo de SIDA. A pesar de los sentimientos anti-americanos de sus compañeros franceses, Carter sigue decidido a llevar la alegría y el amor de la Navidad a los niños de Kisangani.

Carter vuelve, y le dan una calurosa bienvenida. Aunque Abby se queda helada cuando se entera de que la novia africana de Carter, la guapa Kem, espera un hijo suyo.

El día empieza mal para Pratt, porque Gallant se ha enterado de que se ha estado acostando con Valerie, su atractiva hermana. Pratt se hunde al comprobar que cada una de sus decisiones médicas son desestimadas. Salva heroicamente la vida de una persona que ha tenido un accidente gracias a una resonancia magnética crucial, pero se equivoca al apresurarse a entubar al hijo del accidentado, que tiene osteoporosis, y acaba fracturándole el cuello y dejándolo paralítico de por vida.

Kovac informa a Weaver de que vuelve a Árica. Y Sam siente que está descuidando a su hijo, que está empezando a portarse mal en el colegio.

Carter comete el error de llevar a la ingenua de su novia, Kem a la sala de urgencias. Lo quiera o no, Kem causa gran expectación allí donde va, en una sala de enfermos de SIDA, en un aula de clase, o en una desautorizado paseo con los paramédicos. Pratt tiene una noche muy dura y se cuestiona su valía como médico mientras atiende a diversos pacientes, incluidos un niño que se ha fracturado la espalda mientras se deslizaba en trineo por la nieve y un anciano con líquido en el pulmón

Gallant acompaña a los paramédicos y por poco recibe un disparo en medio de una violenta discusión doméstica, en la que, por otra parte, se hace amigo de un chico que está muy asustado. Weaver le dedica un centro nuevo a Romano y esto da mucho que hablar.

Sam atiende a Layla, una adolescente a la que acaban de maltratar y dejar embarazada, así como a Kathy, una mujer que podría perder a toda su familia en un accidente de tráfico. Carter se toma el día libre para enseñarle a Kem los encantos de Chicago en invierno.

Un experto en evaluación de riesgos, Arnie Nadler, es contratado para que observe la sala de urgencias. Queda sorprendido por caos reinante, y por la reacción violenta de Sam con el detestable novio de Layla. Abby y Pratt retienen a un hombre indocumentado, Miguel, que quiere abandonar el hospital a pesar de haber dado positivo en el test de tuberculosis. Y Alex, el hijo de Sam, interroga a su madre sobre su interés por Kovac.

Carter echa de menos a su novia, que está embarazada y ha vuelto a África. Una familia de cuatro miembros se apresura a la sala de urgencias tras haber sufrido un envenenamiento por monóxido de carbono de su caldera defectuosa, lo que obliga a la claustrofóbica de Neela a acompañar al recién nacido a una cámara hiperbárica muy incómoda. Por otra parte, Lewis ve con optimismo su futuro con Chuck, mientras que Sam tiene motivos para cuestionarse su relación con Kovac. Además, Lewis y Abby atienden a un maníaco lleno de sangre, a la vez que Weaver asesora a una madre cuyo hijo da positivo en los tests de leucemia. En medio del caos, Chen regresa de China y trae consigo a su padre enfermo.

La Dra. Kerry Weaver debe entregar a su hijo a la familia de su compañera, la bombera Sandy López. Carter da la bienvenida a su novia, Kem.

La enfermera Lockhart intenta ayudar a una mujer propensa a tener depresiones. Neela impresiona a todos por su investigación en el laboratorio, especialmente cuando ayuda a uno de los estudiantes más alocados. La relación de Kovac con Sam y su hijo se vuelve incómoda cuando el padre del muchacho regresa.

Kem y Carter sufren un duro golpe cuando les notifican que el bebé que están esperando está muerto. A la propia pena se suma el doloroso trance de tener que pasar por el parto. La pena de Kem le impide atreverse a conocer al bebé. Los terapeutas aconsejan que es mejor de cara a su futuro emocional que vea a su hijo. Carter hace un gran esfuerzo para ayudar a Kem a pasar ese mal momento. Neela y Abby se gradúan como médicos.

El doctor Gregory Pratt, la psiquiatra Jing-Mei y un joven pasajero sufren un grave accidente en coche cuando un individuo les dispara y el doctor Pratt pierde el control del vehículo, cayendo al rio Chicago. El rescate es muy dramático y los accidentados tienen graves heridas. Sam, tratando de dar una mejor vida a su hijo, se ha marchado de la ciudad, y Luca trata de encontrarla abandonando el servicio de urgencias. Weaver, ante la entrada inusitada de pacientes, obliga a Abby a tomar posesión de su nuevo cargo como doctora.

La Dra. Lewis pone al día a Morris con respecto a sus nuevas responsabilidades tanto médicas como lúdicas, al tiempo entrega a los residentes sus nuevos contratos y exige a Ray que lo piense y firme si está dispuesto a aceptar su compromiso como médico. Pratt reprende a Neela por haber llevado a cabo un complicado procedimiento a un bebé que podría haberle causado graves secuelas, Abby orienta mal a un paciente y Ray comete un fallo con una víctima con resultado de muerte. Sam y Luca deciden, para salvar su relación, acudir a terapia conyugal. Carter decide viajar a París para acompañar a Kem a causa de la grave enfermedad de su madre.