Una mujer arroja a sus hijas por la ventana de un tercer piso para que evitar que el padre de las niñas las golpeara. En el hospital, descubrirán que tiene problemas psicológicos.

Susan pide a Kerry que le de el puesto de jefa de urgencias y Kerry acepta.

Por otra parte, Elisabeth tiene problemas a causa del transplante ilegal que hizo. Carter la defiende diciendo que fue él quien la convenció, pero no le escuchan y el puesto de la doctora está en peligro.

Neela vuelve al hospital, pero aún no tiene claro si su futuro es ser médico o no. Pratt habla con Neela, Abby, Ray y otros internos y les dice que ya son médicos de verdad y que deberían antender a unos 25 pacientes por cada turno que realicen.

Ray y Abby atienden a un hombre que ha sufrido un accidente con una moto acuática y tiene la cara desfigurada. Ray no hace más que protestar porque quiere encargarse sólo del caso, pero cuando Abby se cansa y le deja un momento solo, pero Dubenko le dice que no se le ocurra abadonar a su paciente.

Kerry le dice a Susan que está muy contenta con su trabajo como jefe de urgencias, pero que tendría que agilizar más el servicio porque hay pacientes a los que no les daba tiempo a atender. Susan decide hablar con sus compañeros, que no le prestan demasiada atención. El problema será tomado más en serio cuando aparezcan 35 misteriosos pacientes y una mujer con un cronómetro en la mano...

Mientras, Sam y Luka atienden a una muejer mayor que presenta diversas fracturas y dice haber sido violada, y Carter y Abby atienden a una joven que se presenta diciendo que tiene un dolor de estómago y acaba dando a luz en los pasillos.

Susan, Ray y Neela atienden a un policía que ha llegado al hospital con una herida de bala en el cuello. Pronto aparece la novia del agente para interesarse por su salud, pero cuando hacen su aparición la ex mujer y el hijo del herido, la tensión se hace palpable.

Una niña ingresa con un fuerte dolor de estómago y Abby cree que se puede tratar de una infección vírica, pero la madre de la chica se niega a que traten a su hija en el County.

Es Nochebuena, pero los médicos del County no libran tampoco este día. Luka, Sam y Abby atienden a un hombre que ha sufrido una caída y descubren que tiene bastantes problemas de salud, pero cuando piden su historial médico la esposa del herido les dice que ella es quien mejor sabe qué le pasa, y que deben contar con ella.

Mientras Carter atiende a un niño que tiene fracturas en varias costillas, Chen busca a alguien que le cambie el turno para volver a casa con su padre, que está muy mal.

Llegan los resultados de un estudio sobre la satisfacción de los pacientes de urgencias del que se dedice que están bastante poco contentos, sobre todo con los residentes. Susan discute con todos, incluida Abby, que sale a la calle a fumarse un cigarro y es metida a la fuerza en un coche antes de que le de tiempo a reaccionar. Un par de chicos quieren obligarla a que cure a uno de sus compañero, herido de bala.

Mientras tanto, al hospital llega una chica que, al parecer, estaba en una para de autocar cuando se produjo un tiroteo. Otro pandillero herido no tarda en ser llevado al hospital.

Llegan los resultados de un estudio sobre la satisfacción de los pacientes de urgencias del que se dedice que están bastante poco contentos, sobre todo con los residentes. Susan discute con todos, incluida Abby, que sale a la calle a fumarse un cigarro y es metida a la fuerza en un coche antes de que le de tiempo a reaccionar. Un par de chicos quieren obligarla a que cure a uno de sus compañero, herido de bala. Mientras tanto, al hospital llega una chica que, al parecer, estaba en una para de autocar cuando se produjo un tiroteo. Otro pandillero herido no tarda en ser llevado al hospital.

Pratt trata a un niño que tiene un rasguño sospechoso en el estómago y le deja marcharse antes de que Wendall lo limpie. Más tarde, el chico es llevado de nuevo al hospital porque unos matones le han dado una paliza.

Por otro lado, Susan podría ser despedida si no consigue aumentar los ingresos, así que trata de conseguir múltiples subvenciones.

Luka y Dubenko discuten sobre el tratamiento de un paciente y Jake cambia sus turnos con Jane para poder trabajar por las noches con Neela y poder salir con Abby.

Una joven ingresa en urgencias con infarto embolico. Abby descubre que la mujer está sufriendo mucho, ya que está consciente pero no se puede mover. Para que puedan quitarle el trombo, deben practicarle una operación muy delicada, por lo que su esposo debe firmar la autorización.

Neela y Ray deciden visitar a un niño que habían atendido con anterioridad en urgencias para saber cómo se encuentra. Ambos descubren que el hombre que lo había acompañado no era su verdadero padre y que vive solo junto a sus hermanos. Pero no es el único secreto que desvelarán con su visita.

Carter recibe una llamada desde África de Mankemba, lo que hace que rompa el idilio que mantenía con Wendall y vuelva a replantearse su relación con Mankemba.

El cuerpo médico de Urgencias está preocupado por el deterioro de la salud de una mujer, que se niega de forma reiterada a alimentarse. La mujer recurre a la huelga de hambre para evitar que deporten a su hijo a El Salvador, ya que teme por su vida. Neela, Sam y Lewis están muy preocupados por la salud de esta paciente, ya que puede entrar en coma, de un momento a otro. Abby atiende a una anciana que tiene heridas muy graves en la cara, y comprueba que ha sufrido abusos, por lo que la insta a que lo denuncie a la policía, pero la mujer tiene miedo y no se atreve. Carter anuncia a Weaver que rechaza el patrocinio de otras empresas para la nueva ala del hospital, ya que su familia se hará cargo de su construcción. Además aportarán una generosa dotación económica para poder sufragar los gastos que puedan generar los pacientes que no tengan seguro.