Los chicos intentan buscarle a Yuuki un club. ¿Lograrán hacer que se una a algún club interesante en el instituto?

Una jovencita con una herida en la rodilla aparece de repente ante Shun. Él intenta darle una tirita de flores, pero ella escapa. A pesar de sorprenderse, Shun la persigue y se las ingenia para darle la tirita, pero a partir del día siguiente, ella comienza a acosarlo.

Un nuevo estudiante es transferido a la clase de Yuuki y Kaname, Chizuru Tachibana, un alegre muchacho medio alemán. De repente, se le acerca a Yuuki y le dice que jugaron juntos cuando eran pequeños. Aunque Yuuki suele ignorar a los demás, la presentación de Chizuru le llama la atención. ¿Dirá la verdad?

La pregunta de Koichi sobre los amigos de la infancia hace que Kaname saque a relucir viejos recuerdos de cuando Koichi era un profesor voluntario en la guardería de Kaname y su primer rival en el amor.

Ahora que las vacaciones de verano han dado comienzo, Chizuru quiere jugar, pero Yuuki y Kaname no quieren salir con él. A sugerencia de Shun, invitan a los chicos y a Masaki a un festival veraniego. Masaki se comporta de forma bastante ruda con un emocionado Chizuru. Poco impresionado por su comportamiento, Chizuru comienza a notar algo en la mirada de la chica hacia Shun.

Con el final de verano los chicos se reunen en casa de Kaname para acabar sus tareas. Inspirado por sus propias herramientas de estudio, Chizuru pregunta a Kaname cuándo comenzó a usar gafas. Pensando que las gafas le quedan fatal, Kaname recuerda cómo odiaba ponérselas delante de sus amigos.

Yuuta recibe una declaración de amor de su compañera Takanashi. Habiendo visto por casualidad lo sucedido, sus amigos esperan con ganas la respuesta de Yuuta. Sintiéndose algo solos cuando Yuuta vuelve a casa con Takahashi sin avisarles, los chicos deciden seguirlos.

Como miembro oficial del club de manga, Matsushita le pide a Yuuki que dibuje un manga para él. Prefiriendo leerlo que dibujarlo, Yuuki sugiere que compitan dibujando. La competición comienza para emoción de Chizuru y desgracia de Kaname. Cada uno podrá demostrar sus habilidades con el dibujo.

Con la llegada del otoño, los estudiantes del instituto Homare están muy ocupados con los preparativos para el festival cultural. El presidente del consejo escolar y delegado de la clase, Kaname, intenta llevar al día todas sus responsabilidades. Cuando Chizuru y Yuuki hacen el vago, la ira de Kaname llega a su culmen y, entonces, es cuando se da cuenta de que ha olvidado algo muy importante para el festival.

Se celebra el festival cultural y todos dan lo mejor de sí. Masaki está practicando con ahínco su rol como el ratón en La Cenicienta para poder impresionar a Shun.

Cuando los chicos acaban en la cafetería de la escuela, se encuentran con la preciosa y trabajadora Kayo con su pañuelo y su delantal. Como hace mucho frío para salir fuera, los chicos deciden comer dentro, pero Yuuki no parece muy contento con ello. Estaba acumulando pegatinas de las bolsas de pan y esperaba poder canjearlas por un plato. Poco después, Yuuki ve a Kayo comiendo pan durante el descanso. Yuuki entonces descubre que ambos están coleccionando las mismas pegatinas, lo que lleva a una extraña relación entre los dos.

Todos los alumnos de segundo curso participan en la iniciativa de «experiencia laboral». Cuando los chicos descubren que la guardería Hanamari es una de las opciones, deciden ir a visitarla. El sitio no ha cambiado nada, y Shun y el resto sienten nostalgia, mientras que Kanami tiene muchos nervios por encontrarse de nuevo con la profesora Kaori. A Chizuru, mientras tanto, le cae una bellota en la cabeza al observar la escena. ¿Podrán acabar los chicos su día de trabajo pese a los terribles Ken y Sono?