La estación de bomberos 51 se reúne para combatir un incendio en el piso veinte de un rascacielo residencial donde el padre de Jay y Will Halstead viven, pero están desaparecidos; Brett se entera de algo preocupante sobre su nuevo compañero.

El jefe Boden está cada vez más escéptico sobre los motivos de Gorsch, el asistente del comisionado adjunto, mientras Severide queda atrapado en una situación difícil luego del rescate de un niño de un auto accidentado. Tratando de encajar con el resto del destacamento, Foster se encarga de repartir consejos personales de Cruz.

Severide se encuentra en grave peligro cuando su unidad combate un incendio riesgoso; Casey le ayuda nuevamente a Naomi, una reportera de investigación; Herrmann, Mouch, Otis y Cruz buscan un tentador recuerdo del pasado de Boden.

Hay mucho en juego cuando se produce un accidente masivo en la autopista que afecta directamente a alguien querido de la familia del destacamento. Brett y Foster atienden un llamado desgarrador mientras Kidd y Severide ponen a prueba su relación.

Casey lucha para lograr que Boden autorice a un nuevo recluta. Foster le da una ofrenda de paz a su nuevo médico. Otis inspira a Herrmann para que busque nuevos compañeros en Molly's. Brett aún no se adapta a la vida en Fowlerton.

Cuando una bacteria mortal afecta a un gran número de personas en la ciudad, los mejores socorristas de Chicago trabajan junto al CDC. Severide sospecha que algo más grande está sucediendo.

Kidd debe demostrar sus capacidades ante la Conferencia Nacional de Liderazgo de Bomberos, mientras que el resto del cuartel debe encargarse de dos accidentes automovilísticos muy similares. Mouch intenta mantener informada a la estación de bomberos mediante un boletín informativo. Además, Cruz lidia con el desamor.

La tensión aumenta cuando un grupo de revoltosos intenta bloquear la estación de bomberos. Por otro lado, Brett se enfrenta a una decisión monumental, mientras que Cruz se prepara para un gran día.