Cuando la policía lo para por exceso de velocidad, Vince acaba entre rejas y conoce a un aspirante a cantante, a unos polis preguntones y a un recluso con pocos amigos.

Una banda de atracadores entra en el banco donde Vince está solicitando un pequeño préstamo y aprovecha la ocasión para negociar un trato a su favor.

Durante una reunión familiar saltan chispas sobre unos macarrones con queso. Las tías no paran de reñir, se dicen cosas muy duras y Vince se sincera con su tío James.

En un parque acuático, Vince sufre un encontronazo con una peligrosa mascota mientras busca pollo para comer. Deja tiene una fuerte discusión en la tienda de regalos.

Vince se encuentra por casualidad con un viejo enemigo del instituto y sale corriendo para intentar darle esquinazo, pero este lo persigue.