Cuando en el congelador de un camello aparecen nuevas pruebas que confirman el asesinato en 1977 de un ex presidiario, el equipo decide intentar dar con el asesino.

El equipo abre una investigación cuando una ex drogadicta insiste en que ha visto a su hijo en un parque, tres años después de que supuestamente falleciese en el incendio de un apartamento.

La agente Lilly se reencuentra con su antiguo amor, el policía de antinarcóticos Eddie Saccardo. A su vez, el equipo se encuentra investigando un caso del año 2004 en el que un joven fue enviado por error a la correccional juvenil. Antes de que el agente Valens pudiera cumplir su promesa de sacarlo de ahí, el joven fue asesinado.

Lilly reabre un caso de 1991 relacionado con la desaparición de una adolescente. La joven, que fue dejada al cuidado de su hermana, se convirtió en una estrella del rap. La detective se adentrará en un mundo desconocido para ella, y tratará de reconstruir el momento en que la chica desapareció de su entorno sin dejar rastro.

El equipo reabre una investigación iniciada por el teniente Stillman en 1983 y relacionada con la extraña muerte de un adolescente de origen chino. La novia del joven había sido asesinada por una banda callejera de Chinatown unos meses antes y el equipo estudia la relación entre ambos sucesos. En el terreno personal, la vida amorosa de Lilly sigue tambaleándose entre las dudas existenciales y la soledad de su apartamento.