Raylan es el responsable único de mantener a Harlan seguro cuando Boyd Crowder y su grupo de "seguidores" vigilan el condado.

Mientras los responsables de la mina de carbón hacen un último intento para negociar con el clan de los Bennett, Loretta empieza a atar cabos para descubrir lo que los Bennett le hicieron a su padre.

Mientras Boyd intenta amañar las elecciones a sheriff en Harlan, Raylan lucha por mantener a Dickie Bennett en la cárcel. Y cuando Robert descubre que sus esfuerzos por controlar el crimen organizado en Harlan están estancados, pone la mira en Raylan.