Los Heck tiene propósitos de año nuevo. El que los cumpla podrá ir a un buffet libre.

Después de la muerte de la tía Ginny, Frankie se da cuenta de que la familia debe tener más momentos importantes.

Frankie está decepcionada con su asignación voluntaria para trabajar en la Superbowl, que este año se celebra en Indiana.

Los chicos tienen una reunión con sus padres para explicarles técnicas de educación.

Brick necesita unas gafas con visión nocturna ya que es el nuevo repartidor de periódicos. Matt se muda a Chicago, pero Sue quiere seguir a distancia.

Brick hace que Axl se vuelva a plantear si realmente es interesante para su novia.

El día de San Valentín se acerca y el aguafiestas de Axl, junto a Sean y Darrin ofrecen sus servicios a aquellos que quieran romper con sus novias.

Frankie y Mike crean una ruleta del castigo, y los chicos acabarán admitiendo haber roto una ventana.

Frankie está decidida a hacerse el regalo que ella quiera por el día de la madre.

Con Halloween acercándose, Sue asiste a una sesión de espiritismo con sus compañeras en las Wrestlerettes, Brick, por su parte, intentará invitar a una chica al baile de fin de año.

La familia Heck vuelve a sufrir un varapalo cuando el fregadero se derrumba, haciendo que Frankie lave los platos con la manguera del patio. Mientras, a Sue le informan que, dado que las Wrestlerettes no califican como créditos de educación física, necesitará dominar el tinikling, un baile demasiado difícil para la torpe Sue, para poder graduarse. Después de que Brick rompa el cortacésped, sigue el consejo de Axl de robarle la cartera a su padre y aparentar ser el héroe devolviéndola cuando Mike la de por perdida, pensando que lo distraerá del estropicio.