Un hacker pone en peligro el sistema informático del hospital, causando que todos los monitores, teléfonos, laboratorios y archivos de pacientes dejen de funcionar. A medida que la tecnología les falla, Bailey intenta mantener la calma, pero el caos estalla y los médicos se ven obligados a ser creativos en sus métodos para tratar a los pacientes.

Jo finalmente se enfrenta a su abusivo marido Paul Stadler, mientras que el Gray Sloan continúa trabajando con el FBI después de que un hacker haya comprometido el sistema informático del hospital.