Meredith busca gente para compartir la casa de su madre. Izzie ayuda a una mujer asiática cuya hija sin papeles de residencia tiene una grave enfermedad. Meredith visita el pabellón de maternidad y descubre un problema en uno de los bebés.

Un número de internos, entre ellos George, son diagnosticados con enfermedades de transmisión sexual, el doctor Webber organiza una reunión de emergencia. George, a la vez, rompe con Olivia, y descubre al causante de su problema, Alex. Izzie y Cristina llevan a cabo una autopsia no autorizada, pero Bailey las descubre. Al final del capítulo, llega Addison Montgomery-Sheperd, la esposa de Derek.

Meredith debe lidiar con las consecuencias de encontrarse con Addison. Cristina revela un secreto. George habla con Izzie sobre su interacción con Alex.

Alex ayuda a una familia a tomar una decisión difícil, los amigos de George le piden que sea honesto con Olivia, y Addison habla con Meredith.

Debido a un choque de trenes, varios heridos graves ingresan al hospital, lo que distrae a Meredith mientras espera la decisión final de Derek.

Cristina está ansiosa por su relación con Burke. Un amorío de una noche de Meredith ingresa al hospital, y llega la paciente embarazada de Addison.

Burke y Yang están en desacuerdo sobre cómo tratar a un joven que parece no querer someterse al trasplante cardíaco que necesita.

Izzie y George insisten en que Meredith se deshaga de Doc. Cristina es contundente con un músico que se lesiona los dedos.

Las enfermeras se declaran en huelga y, en consecuencia, los médicos deben valerse por sí mismos justo cuando llega el reemplazo de Bailey como jefa de residentes.

Meredith y Derek reciben malas noticias sobre su perro. Izzie toma medidas drásticas con la esperanza de conseguir un nuevo corazón para Denny.

Llega el día de la boda de Cristina y Burke; los internos obtienen los resultados de sus exámenes; Callie y George toman una decisión respecto de su relación.

Bailey y la nueva cirujana de pediatría del Seattle Grace, la Dra. Arizona Robbins, intentan salvar la vida de un joven muy querido.