Debido a la brutalidad de los ataques de Balalaika al Consejo de Kosa, Bando organiza otra reunión con ella, pero se dan que cuenta que ejecutará sus planes como mejor le parezca. Después de la reunión, Rock es golpeado por Chaka, un miembro del grupo Washimine, y Revy promete matarlo. Después de pedirle a Benny que envíe a Revy sus pistolas, Rock conoce a Yukio nuevamente. Los dos discuten la capacidad de cada uno para elegir su camino en la vida, y Yukio cita a Jean-Paul Sartre. Cuando se va, le dice a Rock que su apellido es Washimine, y Rock se da cuenta de que es parte del Grupo Washimine. En su casa, Bando y Ginji discuten sobre el futuro del Grupo Washimine, señalando que sólo un descendiente directo del jefe anterior puede reclamar su posición. Al día siguiente, Bando intenta asesinar a Balalaika, pero falla y Balalaika lo mata. Después de escuchar esto, Yukio, como la nieta del líder anterior, acepta convertirse en el líder del Grupo Washimine y Ginji jura su lealtad a ella.

Balalaika recuerda su pasado. Ella recuerda que tuvo la intención de participar en el tiroteo olímpico para restablecer la reputación de su padre, pero se encontró en primera línea en la guerra soviética en Afganistán y después de la guerra, ella y los soldados que anteriormente estaban bajo su mando se unieron a la Mafia rusa. Yukio rompe sus lazos con su vida anterior al quedarse hasta tarde en la escuela con su amiga Maki y ser recogida por sus secuaces, a pesar de las súplicas de Maki. El nuevo jefe del Grupo Washimine, Yukio ordena un contraataque en el Hotel Moscú, que es dirigido por Ginji. Revy, después de recoger un paquete de Benny con sus pistolas, acompaña a Rock para hablar con Yukio sobre la retirada del conflicto. Cuando Yukio vuelve a casa, es secuestrada por Chaka y sus hombres. Ginji llega a la casa poco después de Rock, quien le convence de dejar que Revy lo ayude a recuperar a Yukio. Cuando Ginji le pregunta por qué Rock le está ayudando, Rock responde que no puede soportar la decisión de Yukio de tirar una vida normal por la del submundo criminal.