Archer busca un avión de la Segunda Guerra Mundial en la jungla de Borneo y es atacado por un soldado japonés que no sabe que la guerra ya acabó.

Slater envía a Archer y a Lana a Buenos Aires para rastrear a un agente traidor de la CIA que planea vender información confidencial a un gobierno extranjero.

Archer, Lana y Ray se van a los Alpes a escalar para acabar con un asesino internacional, pero Archer no puede recordar la identidad del objetivo.

Barry Dylan secuestra a Pam cuando se presenta a la boda de su hermana en Wisconsin y Archer los tendrá que buscar en una granja abandonada.

La pandilla queda atrapada en un ascensor y, poco después, ya no se pueden ver las caras. Su única esperanza para escapar es una tostadora de última generación.

Lana pide a Archer que cuide de A. J. en casa. Mientras, Slater aparece con una herida de bala reciente y escoltado por un agente paquistaní armado.

Un fallo en el avión y una escala en el Área 51 obligan a Archer a hacerse pasar por el agente Slater, mientras Krieger y Pam buscan señales de vida extraterrestre.

Lana y Archer presentan a A. J. a la familia en San Francisco. Mientras tanto, deben perseguir a unos pistoleros que roban unos documentos al padre de ella.

Archer y el equipo intentarán robar las huellas y la retinografía del príncipe de Durhan durante un recorrido por el palacio.

Cuando Archer y Lana vuelven a juntarse, Pam, Cyril, Ray y el resto del equipo, junto a unos rusos, conspiran para que el romance acabe mal.

Archer y Lana viajan a Gales de escapada romántica, pero pronto se enredan con un grupo de separatistas galeses.

Para salvar a un científico, Archer y el equipo deben someterse a la miniaturización e inyectarse en el cuerpo de un hombre para eliminar un coágulo de sangre.

La miniaturización termina siendo un problema más grande de lo esperado cuando Archer y la pandilla continúan su misión para salvar la vida de un científico.