Darby se enamora de Bradley, su jefe recién divorciado, un año después de Augie.

Tras una serie de líos Darby se enamora de Magnus, un chef muy prometedor.

Darby está atrapada en un matrimonio infeliz y reconecta con alguien de su pasado.

Darby tiene un problema médico y su controladora madre Claudia llega de visita para ayudarla. La tensión entre madre e hija va creciendo y se descubre cómo los problemas de la antigua relación de Claudia podrían haber afectado a Darby.

Darby está desbordada por las obligaciones que conlleva ser la dueña de una galería y disfruta su tiempo a solas durante la boda de unos amigos en fin de año. La ceremonia le hace apreciar aún más su perfecta vida imperfecta.