Entre 1930 y 1940 la rivalidad entre Joe Louis (Leonard Roberts) y Max Schmeling (Til Schweiger) fue una de las más grandes en la historia del boxeo profesional. Louis fue uno de los primeros afroamericanos en ganar en su categoría, convirtiéndose en un símbolo de esperanza para su gente. Por su parte, Schmeling fue un alemán a quienes muchos nazis consideraban un ejemplo de la innata superioridad de la raza aria. Sin embargo, lo que pocos saben es que pese a su fiera rivalidad en el cuadrilátero, Louis y Schmeling fueron buenos amigos, menos aún que Schmeling no fue nunca miembro del partido Nazi, y que contribuyó a salvar la vida de numerosos judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Además, tras la guerra, cuando Schmeling se enteró de los malos momentos que su antiguo rival estaba pasando, buscó a su compañero de peleas para ayudarle.