Félix está convencido que hay algo oscuro en la desaparición de Júlia, la mujer china con la que lleva un tiempo saliendo. Empezará a buscarla junto a su vecino Óscar con la poca información que tienen de ella. Se da cuenta de que hay alguien más siguiendo sus mismas pistas. Félix descubrirá que Júlia le escondía un gran secreto.

Oscar revela una información importante sobre Julia. Félix y él se adentran en otros ambientes para dar con su paradero. Las pistas les llevan hasta Madrid donde descubrirán a que se dedicaba Julia.

Félix persiste en su particular investigación adentrándose en un mundo peligroso y violento que salpica a las altas esferas. La policía descubre el cadáver de una mujer cerca de Toulouse que coincide con la descripción de Julia.

Félix y Mario viajan a Francia para identificar el cadáver de Julia al que parece imposible acceder. En Toulouse las cosas se complican y Félix descubrirá la verdadera identidad de Julia.

Cuando parece que todo ha vuelto a la normalidad, el hijo de Félix es secuestrado. Este acontecimiento lleva a Félix a situaciones extremas.

Félix amanece congelado en el bosque. Descubre los cadáveres de los dos policías y no hay ni rastro del dossier que recuperaron en el banco. Parece que todo está resuelto y que Félix puede recuperar la normalidad pero alguien le está siguiendo: Julia