Cuando Valeria era una niña pequeña nunca entendió por qué la gente la llamaba por un nombre que no era el suyo. Lo mismo le ocurrió a Cristina, por entonces mal llamada “Joselito”, que tuvo que sobrevivir a una violenta y cruel infancia bajo la España de los años sesenta. Dos mujeres que nacieron en épocas muy diferentes pero que, por casualidad o por destino, acaban unidas para siempre, cuando Valeria, estudiante de Periodismo, decide escribir un libro sobre la vida de la icónica Cristina, La Veneno.

Valeria, decidida a escribir el libro sobre las memorias de Veneno, se encuentra con más dificultades de las que imaginaba. Hay algo importante en la infancia de Cristina, pero ella lo esquiva y se niega a hablar de aquella parte de su pasado: una infancia difícil en Adra, donde un joven Joselito tiene que enfrentarse al rechazo de los otros niños e incluso del de su propia madre, que no ve con buenos ojos las formas amaneradas del pequeño. Así, Valeria tendrá que utilizar todas las armas a su alcance para tratar de comprender qué es lo que ocurrió durante aquellos años que marcaron para siempre la vida de la Veneno.

En plena recopilación de la vida de Cristina, Valeria se enfrenta también a su tránsito. Vive un cambio físico y psicológico que la llevará a plantearse y a descubrir el abanico de posibilidades que existen entorno a la identidad. También a querer llevar hasta el final su sexualidad. Despertar sexual que comparte con el enamoramiento, en el pasado, de Joselito (Cristina) cuando conoce a Tomás, un amigo de la familia con la que vive tras escapar de Adra: Los Romero.

En los años 90, Joselito sobrevive en Madrid a duras penas. Es despedido de la cocina de un hospital por sus “maneras” y se ve en la calle. Es en ese momento cuando conoce a Cristina Onassis, una mujer trans que le presenta el mundo de la prostitución en Madrid, llegando así al Parque del Oeste por primera vez. En la actualidad, Veneno está completamente desatada por la excitación que le causa su vuelta a la televisión, lo que provoca en Valeria un gran descontrol al no poder seguir el ritmo tan frenético de la vida de Cristina.

Cristina Ortiz, La Veneno, aterriza en ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’. Pepe no puede conformarse con un solo programa e invita a La Veneno a ser colaboradora habitual a cambio de que haga lo que el público demanda: ahondar en su pasado. Si Cristina quiere dejar la calle e introducirse de lleno en el mundo de la televisión para el que parece estar predestinada, tendrá que enfrentarse a los demonios de su pasado y volver a incorporar a su familia y a Adra a su vida.

Tras el final del ‘Mississippi’ primero, y del ‘Pelícano’ después, Cristina se ve fuera del mundo de la televisión. Después de recorrer España haciendo bolos de poca monta, Angelo la llevará de la mano al abismo. En la actualidad, Valeria ha cambiado su vida por completo. Vive en Sevilla con su novio y con una oferta de trabajo sólida. Todo parece ir a la perfección hasta que recibe una llamada de Paca: Cristina está en el hospital. Valeria deberá decidir si mantenerse alejada o volver para ayudar a su ídolo a reconstruir juntas su pasado y terminar el libro al que Cristina se aferra como única esperanza.

Año 2003, Cristina Ortiz entra en prisión, en un módulo de hombres. Esto la llevará a revivir sus traumas más oscuros y a dejar su esencia de lado para poder permanecer con vida en un universo tan hostil. Esencia que decide recuperar a toda costa en el presente, obsesionándose con volver a ser una estrella de la televisión aunque cayendo cada vez más en hábitos y actitudes sombrías que irán mermando la energía de Paca la Piraña y que convertirán la necesidad de Valeria por publicar el libro en algo urgente.

Cristina sufre un extraño accidente y está en coma. Valeria entra en contacto con la familia de Veneno mientras intenta descubrir lo que ha pasado. El fin está cerca y Valeria luchará por cumplir el último deseo de Cristina.